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viernes, 22 de septiembre de 2017

LOGOS



No tenemos que consentir una y mil veces la miseria que nos aletarga.

Asustados y agotados
No tenemos a nadie,
No merecemos nada,
Nunca somos alguien,

Vamos artífices decadentes de la imitación y el rebuzno,
Asnos del asco con las bolas castradas y las muelas hechas añicos,
Labios y pezones perforados de la perra costumbre
Quien extiende la mano y cobra la vida,
Paga las cuentas,
Habla la comida,
Engasta sus labios perenes y manotea sus prolegómenos para la destrucción de toda
Revolución futura
Cuando resulta que nunca hubo ningún Universo que resguardara entre luceros de candor y rutilancia nuestras futiles espectativas.

Nos tragamos las piedras del tiempo resueltas por semilla
Mientras la bruja pronunciaba tus nombres,
Cuando tú,
A la noche, solo le brindaste codicia,

Prometiste amarla cuando viste sus ojos verdes reflejados en el espiral sagrado mientras te la cogías resuelto en tu recámara,

Después te revolcaste en el suelo cuando cantó el jazz de la silueta y la ironía
Y voló para abrazar a otro,
Y después a otro, y después a otro,
Y tú llorabas tu miseria confundida
Entre versos mediocres y sepulcros.

Te desmereces,
Los desmereces a todos,
Te sujetas amarillo a la doctrina
Cuando cantas ensenada y para las ratas tu vanidad demente,
Aullas,
Danzas,
Esparces la semilla,
Y luego, agitado,
Vomitas por sobre la obra dispuesta,
Escribiendo versos malditos,
Donde vomitas,
Y vuelves para extender la mano y pedir más bebida,
Tomas con tus manos el excremento y lo haces verso,
Todo lo haces poesía,
Las virutas de tu cama destroza,
Las puntas recortadas de los chinos núbiles de perras encandiladas a tu martillo,
Los tampax de tus amores destrozados en quien te veniste con sus coños en el fuego a bien no procrear vida,
La alucinación de los relatos estólidos que reconoces por historia,
Los testimonios de asesinos a quienes les das las mano y te aprueban los exámenes para amparar profesiones de sangre e iniquidad,
Las votaciones al senado por proxenetas que regentean chicas y chulos en la Guerrero,
Los campos donde extiendes la sal y luego vuelves,
Exterminado,
Para contemplar cuánto ha crecido tu manzano.

¿Cuán grande es la representación y que nos elide?
Alguien paga las cuentas,
La señora de la casa pone cara de idiota cada que se acredita la violencia,
Alguien es muy macho,
No complaces a nadie y por nadie eres complacido,
Después te complaces,
Todo son malentendidos.

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