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martes, 9 de julio de 2013

A mis queridos amigos los filósofos analistas IV



La condición de posibilidad de la función pública es la Ley.

Luego su operación e instrumentar.

De la corrupción su primer responsable es la Ley, quien por hueco lo tolera y lo consiente.

Luego los criterios historiográficos a la validación de doctrina para con el poder del Estado en legitimidad.

Responsabilidad, consciencia y la omisión por verdad demente,

Locura, hallas la medida, allí el Mercado
del disponerse la naturaleza del Estado en naturalidad;
mentira, informe de gobierno.

-estado de la administración pública-

El índice del temporal de efectos que esto opera, realiza y condona. Organiza, legitima y consiente. Así todo lo pervierte. Luego la legalidad y lo sancionas. Todo se ordena y se hace público de dominación, bien, instrucción en privativa de finanzas.

El gobierno y su corrosión al sitial público de la determinante trabajo.

La mercantilización del funcionariado. La calidad de la función a la legalización de la corrupción por vendaval. ¿Ciudadanía?

La plástica de la doctrina del Estado. Valor, Estado e ideal.

Allí la ideología de adscripción y prescripción por doctrina de historiograficidad.

-inscripciones, nihilismo lo juegas, derechos humanos, brindas una vez más-

El mundo es, la realidad es. Lo existente y el clásico “¿no te das cuenta?”

¿Ficciones? ¡Ay bueno, literatura! A la pregunta lógica en dialéctica del amo y del esclavo necesidad, allí la lógica en su condición ideológica:  “yo sólo obedezco”. Hablas de criterio,

La pretensión de pureza en la eliminación de toda idea por confrontación de contradicciones en la observancia material de los hechos.

Ahí el fenómeno y en remisión deontológica a los sitiales lógicos de prescripción de enunciación de anunciaciones, sustancias referidas por confección en conferencia de referencia,
-escritura-

Sustancias referidas con confección de referencia en conferencia
-gobiernos y medios de información-,


Sustancias conferidas por referencia de confección de referencia,
-la lectura, el análisis y así recién la Realidad,
la obediencia-

Sustancias conferidas por inferencia de referencia de confección.
-luego las noticias, su informe y la representación por verdad-

“¿Qué fue lo que quiso decir?” Así te preguntas. No hay voluntad, no hay intención, 


Ni sustancias, sólo el habla.

Del habla la matriz de historiograficidad.             


Lógica, sustancia y la idea. Nada.

Ya tú aquí hablas de las drogas.
Luego de prohibiciones.

De la interpretación la adscripción categorial de descriptivilidad. Ente, apercepción y la doctrina de la pureza de la crítica kantiana.

Allí el iusnaturalismo en su asunción de historiograficidad por naturaleza. Luego la ley, descubrimiento y no doctrina. Moral por templanza luego lo condonas, una naturaleza y tu hoja de parra, ay el símbolo, primera anunciación de la alegoría por verdad.

Todo así yace ideológico, la interioridad luego no, Ética, tú sabes, son universales que refieren al hombre a su condición plena, material y contingente de hombre.

A la mentalidad el hombre las formas puras, luego la ciencia,
Digo, tú piensas.

Todos los transcursos del orden del develamiento. Racionalismo, empirismo, neoracionalismo crítico kantiano, positivismo, positivismo lógico, neopositivismo lógico y filosofía analítica.
¿El relato de Europa? Ah, fíjate, nuevas noticias, Tierra a la vista;  hay pragmatismo lógica kantiano, post kantiano y americano.

Hay programación.

Luego así la antropología.

De la escuela lógica americana, la nacionalidad de la lingüística, la retórica y las ciencias del signo.

Allí todo el debraye de la mente en alegoría –y yo con un psiquiátrico- por naturalización del intrumental. Los imaginarios y ya así todo yace distinto.

Luego la recepción, la influencia, la legislación del método y el condicionamiento técnico de los saberes en su arrastre de mundo.

Cállate si no puedes hablar con claridad –lease aquí que es tan sólo tu equívoco a quien de tu entendimiento nombras verdad un reconocerse por sobra al fondo de la caverna la creación.

¿Conoces a tus dioses?

La verdad y el poder del verso.

La palabra, el lenguaje y la representación, ostensiva, fotográfica o político jurídica.

El representamento es único, todo es mentira.

Luego por esencia el olvido,
y así comienzas  a leer una vez,
otra vez,

siempre.
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