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jueves, 11 de abril de 2013

La aniquilación de las auroras [U N O] Apóstoles a la mentira de las rocas

La aniquilación de las auroras

[U N O] Apóstoles a la mentira de las rocas[1]


Y hablaron,
y sentaron plaza,
y las rocas hablaron y templaron del sol un corazón,
las direcciones y la inventiva,
el susurro del aliento a la brisa de un siempre,
palabra igual la de la brisa.[2]

Erigieron una Estela.



X.-[3]

Una nihilidad,

Palabra aspergente que emerge a sentido la urgencia,

Temperamento y temperatura,

Una pasión devota

Que quita la mira y la derrota.


Y.-

Canta sangre y habla vida,

Hambre sostiene a sus entrañas la voz quien le conmina.


Sonido de paz es la paz que se resguarda,

Mira,

No hay tempestad sin el sol hacia el norte en tu sonrisa.


X.-

Y no la hay,

Y no eres tú quien canta la vida,

Es una roca y ya,

No falta más sino evidenciar el carácter de un todo.


Y.-

Y ahí así entonces me difiero.


X.-[4]

Ah la devoción,

Te integras sagrada vida,


Y.-

Más antes te anegas,

Él nunca antes del haberse atendido

Fue y anudó los resguardos de la voz en un sonido,


Antes del sol color de una palabra de amor

Pasión en sal o el color de la brisa

Dejó un quiero,

Una llamarada quizá.


X.-

Lo inútil que es del placer un Todo.


Y.-[5]

Te dejó.


X.-

A tu muerte señor, a tu muerte señor

Es mi salud toda vía,

Él fue, trajo vida,

Vino y volvió desnudo al tercer día,

Más fue una ocasión y la silueta de la brisa,

Fue despacio,

Amaneció quieto, y tal vez ahí te resguardó,

Despacio,

Entre tus ojos y los míos un lucero

Pedazo de dios, los cerró

Eterno sol entre el nácar y la turquesa a tu piel y tus ojos.


Y.-

Sonido pasado en canto de alabanza.


X.-

Los enterró,

Y mis manos al madero que acarician tu voz

Es la selva quien recorre sus cuerpos.


Y.-

Eran mi resguardo Señor.


X.-

Más acasode la selva no seránlos jardines,

Sus hijos aún recorren de las ceibas que legó su mano.


Y.-

Y todos habrán muerto antes de consumirse la aurora,


X.-

La luna y una sal en carne que drenan la vía

Señor, tus ojos te comandan.


Y.-

Dispusimos nuestros mejores hombres,

Colocan de piel el susurro secreto,

Y la roca guarda la perspectiva de tu encanto.


X.-

Más tu voz,

Tu voz señor,

Tu voz los perturba.


¿Es sólo la espina quien parte en dos su día?


Y.-

El señorío en tus ojos.


X.-

No.

Despacio amanece quieto y ya tus ojos no son míos, los sueños

No son míos,

Tus ojos y los míos miran distintos destinos.


Y.-

Un sol y otra invocación, carnada y precipicio.

Una estocada, sangre y clavo en la roca,

Tal vez tu estampa en quietos soles,

La mirada,

Tal vez la vida.


X.-

Apóstoles ala mentira de las rocas.


Y.-

Es sólo la batalla.

Partieron quinientos a la hora nona

Partieron quinientos en devoción de la roca,

Sin rostro en tempestad debida

Y Partieron a Aplastar del acanto tanta rabia y sangre labio.


X.-

Callaron oscuro en devoción la pista

Todos los arcos de transferencia y los tag entre países.


Y.-

Callarán su derrota.


X.-

Sabrán callar su derrota a las piernas de las rocas,

Más las rocas,

A mí me aterra todo en vanidad cómo se explica,

Y se mueven ahí sin más,

razones,

Abandonadas del sol y el norte,

Un lucero nuevo entre tú y yo señor.


X.-

A mí aterra el sol tu corazón y toda la noche, sonido de paz quieto

Y el sol que mira venir y pasa venir igual,

Así con el canto del ave cuando amanece,


Y.-

En agora de sol un sometimiento.


X.-

Sal de sol, sonido corazón,

Una palabra muerta y el viento del sur.

Igual duermo contigo.


Y.-

La temperatura de la selva y

La sal que no pudre.


X.-

Señor, ahí entonces la temperatura de tu sal es la mía,

Del canto el ave es azul tu manto,

La sangre son otras rocas,


Y.-

La espalda de un hermano no se puede admitir,

Sin abatir mis palabras me derrotas.


X.-

Pasas fuego,

Tiempo ha que tus prosecuciones son claras

Señor del fuego

Temperamento del sol,

Sonido de paz y amanecer quieto,

Abrázame,

es sólosonido del sol.


Y.-

Sol del corazón y la sal de la noche


X.-

Bueno, conoces sus nombres, Pasas fuego.


Y.-

Señorío de la voz a tu resguardo se hace claro,

Pasa inquieto, habla algo.


X.-

Señorío de la voz y el pasado en la noche,

La pasión del sol señor que al resguardo se hace claro,

Sonido de paz acostumbrado a la noche.


Y.-

Sonido de noche,

Sonido de noche tus ojos señor.





[1]Señores del Xibal-ba.
[2]Empezamos a sacar cuentas.
[3]Por amor si te contengo no es amor la derrota
es amor el fuego quien quita batalla y emprende una vida,
junto hace la aterración de sentido.
Calla,
luego da y del silencio canta las rosas,
un vendaval de acometida.
[4]Pasión, así demente quien todo lo entiende, del fuego tal vez la claridad, del aroma del fuego tus ojos y el verde balde de tus ojos hefestos.
[5]Rojo y carmesí a la violeta del Templo.

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