Buscar este blog

jueves, 28 de abril de 2011

Fragmentos develados de inocencia

Tras la disposición
de la vergüenza por un martirio nunca efectuado,
viene el temblor del viento a redimir cualquier ansiedad
de la carne que se dispensa alejada del silencio de su cuerpo
de su resplandor
-que se dispersa-
del ritmo alado que cabalga en un otro que ya no es otro,
es ahora lo tañido de un redoble:

el morar de las moradas en el medio de un claro,

en el medio del tiempo del poema,
ahí todos confundidos
en el verso ageno del tambor de los amantes
y los amados,
un océano sin mar lleno de sí mismo;
marismas que emergen siempre,
nuevamente,
a ser un viento para el sol:

fragmentos develados de tu alma.

1 comentario:

  1. "en medio del tiempo del poema", existe un resplandor que redime todas las ansiedades,tal parece que ahì se devela la magia, poeta.

    ResponderEliminar