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domingo, 27 de febrero de 2011

Prometeo no murió

Prometeo no murió
Fue ultrajado una y uno por él mismo,
Fue ultrajada en el Cáucaso,
Entre leyenda y escrito,
Entre versión y mito.
Entre mito y creación.
Entre Dios y Dios mismo.

La risa del Titán encadenado,
Aquello que no pudieron tolerar ni Platón ni Sócrates mismo:
La Divina Comedia del Poeta Esquilo.

¿Dónde está Esquilo en la Comedia de Dante?
¿Dónde está Sófocles en el abismo?
¿Cuántas llamas queman lo que nadie puede quemar?
¿Cuántas, cuántos, quién?

Ah! Triste tristeza del laberinto,
Soledad eterna del solador.

Sea en Colombia, sea en México,
Sea en Minos,
En Tracia o en Argel, (Seamos)
Florencia o San Petersburgo, (Somos)
Uno y Uno mismo.

Reímos juntos con él.
Con nuestras marcas,
Con los hijos de Caín,
Con Caín mismo,
Con nuestras máscaras,
Todos juntos, los constructores
De Babel.

En sonido, en letra, en imprenta,
En la era digital,
Uno y Uno mismo.

1 comentario:

  1. Hay otros mitos que recuperan a Prometeo en la libertad, tambièn en las torres y en las letras y donde ya no es tolerable ningún castigo divino,ni universal

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