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viernes, 3 de diciembre de 2010

Escúchame, sólo escúchame, te lo pido

Los desiertos del alma están más cerca de lo que tus sueños son tuyos.
El silencio es el gran hermano, pero el silencio también se confunde con la noche de la pasión. Hubo épocas en donde ser-ahí no requería del acuerdo; pero, cuando tu alma se desgarra, el acuerdo sólo viene de la voluntad de cabalgar al tigre de la pasión.
Un tigre no muere nunca, su garra lacera cada árbol de tu vida, estén vivos o marchitos. Un tigre así es tu destino, ¿qué marcas quieres que nos señalen nuestros pasos?
Hay un camino, y ese va a ser, por siempre y para siempre. Pero el camino lo señalan los hitos que depositamos cuando fuimos estrellas de nuestros propios gritos, llantos, angustias y tristezas, pero también de cada risa, de cada alegría. En cada sueño concedido, en cada pesadilla vivida, se realizan las indicaciones de lo por transitar, de llegar a ser lo ahí vivido. Eso es lo que existe cuando decimos futuro.
Todo eso no sentimos cuando sucede lo real.

¿Qué quieres vivir hoy?

¿Ahora, cuántas vidas crees haber vivido?

¿En cuántas de esas vidas has muerto?

¿En cuántas de esas vidas has fracasado?

¿En cuántas vidas vividas se frustraron tus alegrías al pensar que un día no vivirías lo que antes fue tuyo?,

¿sabías que el olvido también es un don?

¿En cuántas vidas la vida pasó ante tus ojos, pero tú sólo la viste pasar como tu angustia y tu desesperación, tu miedo a estar sola y tu anhelo de vivir en soledad?

¿Cuántos cuerpos ocupaste antes de llegar conmigo?

¿Cuántos cuerpos quieres ser antes de llegar a morir?

¿Cuántas muertes quieres haber muerto antes de haber vivido?

¿Cuántas vidas quieres vivir alejada de ti?

Soy tu hombre, silencio de mi rostro ante la tempestad.

Soy la tempestad de mi nombre,
silencio rojo que calcina la noche.

Soy la noche de nuestras almas,
aliento mortal que señala los pasos del camino:

Soy sin saber de mí,
soy destino del silencio,
silencio encarnado en ti.

1 comentario:

  1. Si agotamos los interrogantes,¿en qué nos volveremos a preguntar?:
    ¿qué "vivir", quieres hoy?
    ¿cuántas vidas viviste en un solo fracaso?
    ¿en cuántas de esas muertes has vivido?
    ¿cuántos cuerpos quedaron vacíos antes de llegar aquí?...¿eres? ¿soy?

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