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lunes, 15 de noviembre de 2010

El primer sorbo de Lethe.

No escribiré más versos y canciones
si no apagas el silencio del alma
no escribiré más versos
si tú callas el incendio de la mañana
no escribiré mi canto
al no tener un hogar entre las palabras
Épocas hubo donde hospedar fue gracioso,
don del dios de afuera
Un día donde los genocidas
no resultaron ser los asesinos.
Un día donde Tebas fue instante
y ocaso a la noche de sus letras.
Lo que resta de Tebas, hermanos,
es la leche materna.

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