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jueves, 28 de octubre de 2010

Transversión al Tao (cantos veinte al uno)

XX

Incrementa la vanidad y vendrán los excesos.
¿Cuándo insiste la igualdad entre la negación y la verdad?
¿Cuándo insiste la igualdad entre la sombra y la luz?
Siempre es real perder el aliento
cuando nadie tiene la paz.
Sí, es real incrementar la violencia.
Nadie se calma y se estremece
cuando se olvidan los pequeños crímenes,
o cuando se desciende tranquilo a la caverna del seol.
Nadie permanece violento
como el anciano que recuerda la maldad.
Como ninguno, recuerda lo siniestro,
como quien siempre conoció lo real.
Nadie muere en la pobreza,
incluso yo me revuelco en la magnanimidad.
Mi cuerpo está relajado,
como el de un gran sabio.
Nadie pierde la luz,
incluso yo refracto estrellas.
Nadie parte de lo no-violado,
incluso yo soy producto de dicha hermandad.
Todos somos igual a ninguno:
desprecio a la extranjera que nos quita la paz.

2 comentarios:

  1. quién puede olvidar los pequeños crímenes,por la verdad o la negación, insisto en las zonas grises, en lo que puede ser la "menti-vera", "por eso todos somos distintos, "Uno", "Otro", a veces soy cuerpo que refracta y a veces "Extranjera".Tu creatividad me habla de violencia y de lo no-olvidado.

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  2. Lo que quita la paz no es lo que instaura la guerra, sino la que aplaza indefinidamente el reinicio de lo uno y lo mismo, la propia tierra.

    ¿El lugar donde insiste la verdad o la negación?

    Lo interesante es preguntar entonces dónde estriban las zonas grises, no sé si las zonas de transición.

    Cuando se piensa se piensa más allá de la verdad o la mentira, pero es entonces el pensamiento un espaciaciamiento que permite el resguardo o el tránsito.

    Resuena entonces un aliento de autonomismo ante el concepto de frontera.

    Pero es entonces que todo esto horienta en dirección al ser de la poesía.

    ¿Tal horizonte sería entonces lo único real de lo posible?

    Lo malo es que con esto ya siempre hemos estado pensando mal desde el diálogo.

    Hay un silencio que no es de este mundo,

    Te extraño tanto.

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