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domingo, 31 de octubre de 2010

Florecer la tierra

I

El surgir de la muerte (Las flores de la violencia)


Nací en las abriles más violentas, las que naturalizan
las crueldades más tiernas de tus lecturas de mundo.
Las que no olvidan invocar y perder de un mordisco.[1]
Las que resecan la cabeza y resecan la memoria.
Las que pierden la Tierra pero sólo para encontrarse a la Diosa.
Cada año nos mantuvo castigados, retirando cualquier recuerdo,
retirando cualquier trozo de piel o incesto
de su propia piel, perdida, ejecutada.
Al medio día nos mantuvo en la espera de la mitad,
pero el abismo del contar lo que no existe nos floreció,
y ya, con la flor, nos mantuvimos.

Dostoyevsky estaba al otro lado del mural de su letra,
aún cuando apostara su vida en un casino alemán.
Él mismo me paseó en trineo.
Yo me reventé Los poseídos. Y no lloré.
Nado casi toda la tarde, cada año emigro otra vez.


¿Qué oscuras cavernas osaste levantar?
¿Es cierto que la sombra del árbol era el árbol de verdad?
Hijo de profeta, no lo puedes recordar, olvidar o mentir:
“Sol es el símbolo del sol, de voltearlo a ver ciego serás”.
Y yo te creí. Creía en mí.
Sequé todas las ramas para saludarte en tu victoria,
reposé todos los colores de todas tus rosas;
para comprender finalmente que cada idea era tu color,
que cada Palabra era tu rosa.
(no toleraré más tu franca sonrisa, rostro de piedra, rostro en la pared)
Eras sólo espejo de vapor en el humo de tu frustración,
reflejo de ver tu nación desangrada por la paz,
de la nación defraudada por tus propios sueños,
expropiaciones y violencias;
te haré ver la tierra en un puñado de ilusiones.


Goethe nunca me prendió,
Llamó un silencio que ya había silenciado.
Antes de él, el cielo fue mi amigo,
antes de él, el viento conmigo se vientró.[2].

“Sabes? hace tiempo que la semilla solté.
“Las uvas de Sicilia ese año fueron divinas.”
Más cuando te busqué por la tarde, en el famoso jardín,
las uvas no eran pasas. Aún eran semilla tus palabras de semilla.
No podía hablar, aún respectabas mi sorpresa:
aún yo no podía sorprender.
Hablo nunca de tus semillas; no me interesa tu jardín.
Ya lo sabía, aún cuando nunca lo sentí:
el palpar de la tierra en el insistir de la negación
y tu verdad.


[Florecer la tierra, en medio de la tierra del jardín.]


Eos la aurora, la de dedos rosados,
amaneció nublado. Un cambio de sexo la transtornó.
Yo no toleraré siga ese patán diciendo sandeces de Grecia,
aún cuando creo que le ame en verdad.

Aquí dice: “ésta verdad, está escrito en latino y gratín”
pero es que él, por verdad, el sexo no la cambió.
Dijo después: “Cuida la métrica, o la escritura nos hará naufragar.”
H (Pero el verso libre nos salvó).
Aquí después dirá: “He aquí la selva negra de tu jardín.
La resurrección de la verdad.
“Aquí las danzas célticas de los rascacielos modernos;
aquí la luna turca de la antena de la verdad;[3]
la que le da la espalda a nuestra danza.
“Me está prohibido leer sus pasos, no recuerdo cuál era su abecedario.”
Pero sólo habla del recuerdo de sus pies,
en una tierra que recién hablaba suya.
¿Quién si no le dicta su verdad?
Quien si no el espejo de vapor en el humo de la confusión.
Aún así le debo la vida, que lo perdone Dios.


[Florecer la tierra, en medio de la tierra de tu verdad

Florecer la verdad, en medio de la verdad de tu tierra

Florecer el jardín, en medio de la tierra del jardín.]


Policías de ella:
Bajo la rueda gira la rueda en los caminos de hielo;
en dirección al tiempo todos le seguían; siempre
creyeron que la maldad era irónica, que los armaba tanto.
Cantaron, tuvieron grandes poetas, y cada cual
reverenció al Irreverenciable anciano Poeta.
Leyeron a los paseantes en las Tullerias de Londres o París,
donde el Sena también daba la hora
a los gatos en la hora de maullar. Caminaron.
Me creyeron ver y me gritaron: “Homicida,
¿Dónde está el cuerpo de la poesía?”
Aquel cadáver que plantaste el otro año en mi jardín
ha comenzado a retoñar. Les digo:
A veces el maullar lo hace el Abismo.
Él nos enterrará de nuevo,
cuando la poesía sea de piel y no de comercio.
Por Ello seré ladrón, me tatuaré la palabra “tatuaje”
hasta que aprenda a decir “poesía”,
o hasta que mi piel sea roja en la sangre
de la nieve de mi pared.
Os advierto, seré el abono de mis palabras.
Fake you faking fakers.


[1] Las que naturalizan violación y recuerdo.

[2] Acción y efecto de harse vientre. (Harse es mi castellanización al Daseín de la filosofía alemana, harse de ser/ estar-ahí.

[3] La maldad evidente del adversario in-sensible.

Aprender a contar

1.- La vida de nuestros poetas es la sangre del sonido
2.- La flor en el espejo no es menos falsa
3.- El humo de cigarro en el espejo
es el que nos fuma la vida
4.- Los sonidos de nuestras muertes
no son la sangre de nuestra poesía
5.- Es tiempo de matarnos hermanos,
a ver si así comprendemos de la filicición,
la historia, el llanto
6.- Un día escribí un poema que se llamaba
“Fundar el argumento”.
No sé qué decía.
7.- Es tiempo de robarnos los dioses de otros pueblos.
8.- Perdonadme, es que caminé con un espejo a mi lado.
9.- Los hermanos del abismo son in-finitos;
no vale la pena a todos contar
10.- Simplemente aguardar el arribo del propicio

El nuevo evangelio:

Quien silencie, será silenciado.
Quien hable, hablará.
Quien calle, será callado
y no conocerá jamás de los rostros del Tiempo,
del futuro del pasado.

Mi herencia española

La verdadera poesía no busca temas,
busca aquello que no se encuentra,
busca la verdadera poesía.
¿Qué es lo que encuentra?
El resto de las cosas,
las costas de la poesía.

Recenciones

XXI

Lo ridículo de toda maldad
se deshonra al extraviar el Tiempo.
El Tiempo se temporaliza claro y sensible.
Es claro como cristal de noche sin que roce
su propio espacio.
Es la superficie y las sombras que juega, sin retener
el momento.
Este momento corre y se oculta.
En el Eon más cercano aún proyecta,
el momento, variando sus tumbas.
Es el final de todos los sueños.
Ningún fin desconocerán los sueños:
él proyecta.


XXII*

Lo glorioso evitará su caída.
Lo ergido evitará a su soberano.
Lo concretó evitará su silencio.
Y lo nacido evitará su nacimiento.
Lo total y terrestre evitará ser retardado,
aún cuando el Puro y espiritual intente
su redención en las cimas de los picos.
¿Por qué, el Genio, rechazará la idea
y será lo total de lo siempre rechazado del mundo?
Él ya se escondió, aún cuando fue invisible.
Él ya opacó sus ojos entre penumbras,
aún cuando fue ciego desde el comienzo de sus cadenas.
Él Jamás sostuvo el cetro, pero lo demarcó todo;
todos le ignoran, pero le recuerdan en cada seña.
Serán auroras las acciones del nuevo lamento:
“El glorioso evitará su caída”.
Sin siquiera hacerlo, el Genio ya proyecta
su ridículo futuro a la esencia de la época.


[El glorioso evitó su caída.
El ergido evitó su soberano.
Lo concretó evitó su silencio,
y lo nacido evitó su nacimiento.
Lo total y terrestre evitó ser retardado,
pero el Puro y espiritual re-inventó
su retardo.
¿Por qué, el Genio, rechazó la idea
y es lo total que se rechaza del mundo,
logrando el Puro ejecutar su castigo?
Lo dicho: Se escondió sin ser visible.
Lo escrito: Se opacó en penumbras.
Jamás sostuvo el cetro, pero lo señala todo.
Jamás habló, es un eco que le ignoran en cada seña.
Serán auroras las acciones del nuevo alegato:
“El glorioso evitó su caída”.
Sin siquiera hacerlo, el Genio, proyectó
su ridículo origen a la historia de la poesía]


XXIII

El silencio que ronda es artificial.
El rayo de su sol dura todo el día.
La nube que vaporiza nos cubre en la tarde.
Ello hará que conozcamos estas cosas:
La tierra y el cielo.
En tanto que los eventos terrestres son temporales,
los celestes también.
Los dioses también se pierden en tristezas, vanidades
y lamentos.
Así, nadie comprende la Verdad,
pero en su rebelión, marcha a la Verdad.
Quien se alza en rebelión
conjura en su negación lo atemporal.
Quien niegue la rebelión,
eternamente se negará.


XXIV

Nadie se pierde al ir de píe
por el mundo, solo, en su pies.
Dar pasos largos o cortos no cambia:
lo que es es lo que es.
Nadie se muestra en lo oscuro
para perderse de sus penumbras.
Nadie silencia sus pasos para su propia vanidad.
Nadie en su gloria arriba a todas partes.
Para la Verdad, las penitencias de Nadie
son la totalidad y su fruto en todas las acciones.
Por eso, quien está con la Verdad,
pierde los fines y se encamina a su retorno.





XXV

Después de la tierra y el cielo
insistirá un vació reconocible.
Será un vacío pleno y vigoroso, amaestrado,
permutable y comunitario.
Nadie lo percibe pues se esconde
en ninguna parte.
Será el vacío del retorno.
Olvidé su nombre,
pero lo llamaré Tiempo.
Si trato de recordar
lo llamaban Instante.
Es instante por ser el encuentro.
Su re-encuentro nos comunica en ambas direcciones,
las dos direcciones lo vuelven a juntar.
El Tiempo, pues, es instante, y la tierra es instante.
El cielo es instante y nadie es el hombre.
En el plexo de sus re-encuentros hay cuatro instantes.
y la nada del hombre es el cuarto instante.
El hombre desanda sus pasos en el cielo.
El hombre asciende sus vuelos en la tierra.
El cielo asciende sus vuelos en la espacio..
La tierra desanda sus pasos en el plexo de los re-encuentros.
El plexo de los re-encuentros sólo se encuentra en él.

_______________
* Epinicio a Prometeo [si le cambias a pasado el evitará, queda como una narrativa que piensa la caída desde el relato, el lamento, y no la promesa., siendo así un Kaddish al adverso]

sábado, 30 de octubre de 2010

Los que silencian el silencio

El símbolo silencia el estrépito de la nada.
El estrépito de la nada es su propia vacuidad.
En tanto que propicia la vacuidad,
torna pertinente el mundo del sonido.
Esto acontece como llamado.
El llamar es lo que funda presencia.

El símbolo en tanto que silencia,
es el primer despliegue del habla,
sin ser él mismo habla,
pues un símbolo no habla, silencia.

El símbolo por sí es silencio,
pues el silencio silencia.
Tal hacer del símbolo se ha
como hogar de lo divino,
pues son los dioses
quienes silencian el silencio

viernes, 29 de octubre de 2010

El transvertir

Ser los opuestos no en contradicción, no en la negación.
Ser los opuestos en simultaneidad.
De serlos, abrazar la contradicción y la negación como la identidad del adversario.
Ser el adversario el sustento de toda persecución.
Estos son los designios del Pólemos.

jueves, 28 de octubre de 2010

Transversión al Tao (cantos veinte al uno)

XX

Incrementa la vanidad y vendrán los excesos.
¿Cuándo insiste la igualdad entre la negación y la verdad?
¿Cuándo insiste la igualdad entre la sombra y la luz?
Siempre es real perder el aliento
cuando nadie tiene la paz.
Sí, es real incrementar la violencia.
Nadie se calma y se estremece
cuando se olvidan los pequeños crímenes,
o cuando se desciende tranquilo a la caverna del seol.
Nadie permanece violento
como el anciano que recuerda la maldad.
Como ninguno, recuerda lo siniestro,
como quien siempre conoció lo real.
Nadie muere en la pobreza,
incluso yo me revuelco en la magnanimidad.
Mi cuerpo está relajado,
como el de un gran sabio.
Nadie pierde la luz,
incluso yo refracto estrellas.
Nadie parte de lo no-violado,
incluso yo soy producto de dicha hermandad.
Todos somos igual a ninguno:
desprecio a la extranjera que nos quita la paz.

XIX

Abraza la ignorancia y el descrédito,
lo malgastará menos veces el Señor
Abraza la malicia y besa al crimen,
el Señor rechazará el incesto y la violación.
Abraza la impericia y su engendro,
siempre habrá menos humildes y más amistad.
Ninguna de estas tres estafas bastan.
Por ningún “interés supremo” engañes a lo absoluto e irreal:
incrementa tu altruismo, amplía tu voluntad de verdad..

XVIII

En lo ideal no se consumen las drogas,
y la esencia es ser maligna y ponzoñoza.
Con la pericia e ingenuidad
se engendran las pequeñas gracias.
En lo ideal in-esencia es caótica, producto de los primos invertidos,
de manera que sobra el horror extranjero y la violencia genocida.
En lo ideal, al no ser absoluto el momento de ser,
se olvida el odio al mal padre.[1]


[1]Soportar a Mallarmè es como soportar la explotación de las costureas y bordadoras sepultadas en el terremoto de los ochenta. Inevitable.

XVII

Los pequeños infantes son olvidos del Ser:
ninguna cosa se agota cuando eres vejada y se olvida el amor paterno:
Al comienzo la princesa,
jamás ella, que sería amada:
“no eres más que una zorra
imprudente”. Te quitan la verdad.
Los pequeños infantes se cagan en las carteras,
jamás obran sin fracaso.
(¿O acaso aciertan siempre al error?).
Por casualidad, el Ser es hereje de sí mismo.
(O acaso ¿se trepan al cagón?).

XVI

Jamás ingresas a la conciencia;
menos conoces la violencia o la cara del crimen:
Sin pericia y con ingenio
se precipitan al seol los pequeños profetas.
Jamás la eternidad abisma por los primos invertidos,
ni le falta el rencor homicida y la vocación de odiar
(el recuerdo de la violencia).
Jamás inmiscuyas tu culo en ella,
olvida la herejía del cuerpo.
Olvidar la herejía del cuerpo es estar en los duraznos de la penumbra.
Quien desconoce el cuerpo,
se olvida de hacer madurar el fruto de la oscuridad.
Quien reconoce el cuerpo
se filtra en todo.
Quien se filtra en todo es quien es.
Quien es quien es, es del mundo.
Quien es del mundo recuerda que Ser es la esencia de la Verdad.

XVI.2

Piérdete en polvo de coca
sin perder la violencia.
Del númen del ninguno,
viola su inexistencia.
Ninguna esencia es inexistente,
y nunca jamás olvidan dónde apunta el sol.
El apuntar del sol esencia olvido del absurdo,
el absurdo se esencia (nunca jamás) en apuntar al sol de lo existido.
Existir se esencia en nunca jamás olvido,
nunca jamás olvido esencia despreciar lo temporal.
Despreciar lo temporal esencia mendigo.
El Jefe que aprecia lo temporal
descansa (con coca) dormido a su tristeza.
El mendigo que sueña su culpa,
no permite la piedad.
Soñar la culpa de nada esencia infierno.
La existencia del infierno es apuntar al sol de lo real.
Al apuntar al sol serás inexistente,
y Leviatán abismará la noche de tus violencias.


[(Soñar la culpa de nadie es el infierno)
Diminuto
Quien es diminuto es un roedor
Quien es como roedor es con ninguno
Quien es con ninguno
no sabe que sólo hay un modo de soñar la violación anal]

XV

XV[2]

Los niños indómitos del presente
serán tan pendejos, vestirán tan bien, y serán tus asesinos:
nunca jamás olvidaran el fastidio.
Pero si tú olvidaras el fastidio,
todo sería real y evidente como un martillo.
Serán conductores alcoholicos; no habrá policía que no se venda;
serán grabados; cínicos, les valdrá nada.
Altaneros; como un yerno o una nuera;
veraces; como el hambre que madura.
Expuestos a la luz de las nubes,
yermos como la tierra.
Presentes; como la lluvia en la montaña;
evidentes; como la leche tibia.
Ellos son, en el fastidio, la leche tibia
que jamás se agria.
Ellos son, inconmovibles, quienes aguantas
todas las semanas:
Ellos son. Imposible quedarse
velozmente dormido.
De despreciar al Ser
anhelarás haber muerto.
Al anhelar haber muerto
jamás se irán los indómitos.


[Violar al Tao es Tao en verdad
Quien recuerda el Tao viola la Verdad]


[2] Este verso no puede ser del mismo siglo donde se redactaron los posteriores. De hecho, aparece como legitimidad al primer intento de legislar a favor del aborto. Además escucha que esto implica ya toda una elaboración de corte historiográfico; aún sin haber fijado la necesidad textual o literal de la escritura de las genealogías; (¿Seguro? No. Piensa también una opción colateral; v. gr. no excluyente; si excluyente:
pero confirmada finalmente:)

XIV



Esencia es visible, porque lo visto
es inexistente

Esencia es audible, porque su silencio
es estrepitoso;
Esencia sueña con Caos en silencios rojos;[3]
arbitrariamente dispone de tus recuerdos.
Esencia es tersa, porque su muerte
es triste y es violenta
Ninguna potencia es divina;[4]
se entregan al que mejor paga.
En lo alto son oscuras
en lo bajo luminosas
Son simples y pueden ser nombrada.
Se olvidan de direcciones y personas,
son el contenido con contenido;[5]
y en lo real de lo real
son lo cierto y lo concreto.
De frente ves su pecho,
nunca olvidan el no-ser pequeño.
Pierden la esencia virginal,
nadie venga el presente de la pequeña muerte dada,[6]
ni preservan lo existente del temporal.[7]


[3] Aquí ¿cómo niegas el “porque”?; ¿cómo lo inviertes? Arbitrariamente.

[4] ¿Como transvertir lo matematizable?

[5] Aquí ¿cómo transviertes los dioramas metafísicos de la estética?

[6] “Olvida” y “venga” están invertidos; pues fiel es afección moral en tanto que olvido tiene un valor hermenéutico/ pre-comprensivo en Heidegger.

[7] Tempestad según mi poética.


XIII

La violencia y el presente congratulan diferente.
La desgracia es un pequeño alivio como pequeña es el alma.
Quien habla “La violencia y el presente congratulan diferente”
dice: “la violencia se incrementa y el presente se endurece”.
Rechazar la violencia es la quietud.
Formarla es la quietud.
Esto es lo ridículo de “La violencia y el presente
congratulan diferente”.
Quien habla “La desgracia es un pequeño alivio
como pequeña es el alma”,
dice: “Lo ridículo de la alegría en mi alma, es mi propia alma”.
Si la perdiera,
¿qué alegría podría sufrir?
Entre la nada, nadie que rechace las nubes
diferente al rechazo de la desgracia de su propia alma,
puede morir entre las nubes.
Quien odie las nubes como odia a su propia alma
será aquél de quien desconfíen la nubes.

XII

Ningún color dibuja a la mujer.
Ningún sonido suena a la mujer.
Ningún sabor degusta a la mujer.
La cama y el descanso relajan al hombre.
La tristeza enaltece a la mujer.
Por eso, las tontas evitan el vientre de la Nada,
y no así su vacío.
Por eso, acepta aquello y rehúsa esto.

XI

Ningún círculo alrededor de lo externo
de la huella de un píe;
pero no es su peso
lo que deshace la fertilidad del campo.
Se insuflan los aires para llenar globos,
pero no es su peso
lo que se pierde de echarlos al cielo a volar.
Se cierran cajas y ojos
para enterrar a los muertos,
y no es su peso
lo que resta contigo al pisar el suelo.
En la silueta de lo externo se marca nuestro pie,
pero lo interno cuenta nada, pues nada es.

X

Rehusar los conceptos de alma y cuerpo en disociación,
de manera que se replanteen los pensamientos.
Liberar los pensamientos hasta deshacerlos:
sean tan injustos como la muerte de un recién nacido.
Ensuciar todas las leyes, sin fin,
hasta retornarlas al lodo de su piedad
Odiar al Estado y utilizar al pueblo,
iniciando ello en el no-principio del lenguaje.
Cerrar y abrir el sótano del infierno de la acción,
siendo como la mujer.
Ignorar y desconocerlo todo,
ser el eterno retorno de la voluntad de poder.
Encuadrar y obturar,
encuadrar para llenar el mundo de sensualidad,
reposar en nada,
perder para dominar:
Esta es la pequeña vanidad.

IX

Menos pierde ganar después que perder
en la palabra de una piedra hueca
sin romperla para saber su vanidad.
La pluma que nos guía y nos suaviza
en surcos
conservará el espacio de su suavidad.
Aprender a volar en su guía
nos hará perder el cielo, pero nos dará la Verdad.
Nadie se avergüence de sus tristezas,
que en ello se rehúsa la Verdad.
Afincarse en lo inacabado
del sonido del silencio,
esta es la voz del abismo del mundo.

VIII

Las más pequeñas maldades son como el fuego.
Al fuego nada lo llama y todo lo enardece.
Se permuta en instantes,
los más secretos del hombre
y… así, está lejos de lo inmutable.
Por esto, las más pequeñas maldades son
en el corazón de los demás.
Sus rostros son difusos.
Su cuerpo es sucio.
Su objeto es mordaz.
Su sinsentido perfecto.
Su muerte es intempestiva.
Su belleza mortal.
Y llamándolas con nada
todo se les elogia.

VII

La tierra es un instante y el cielo lo desvanece.
La tierra y el cielo juegan su único instante
si deshacen su otredad
en los mitos de su placer.
Por tiempo son instante.
El tonto que permuta se adelanta,
y así pospone su muerte.
Incluye su palabra,
y su palabra lo excluye de la muerte.
Arbitraria es su astucia,
juega su propia maldad.

VI

El sentido del cielo muere.
Es la hembra familiar.
El sótano del infierno femenino
es la cima de la Verdad.
En exabruptos, detiene
sus sueños con pesar.

V

La Verdad posee el placer;
ninguna máscara es en ella como gatos de lava.
La Verdad es como un monte,
conocido, pero nunca escalado.
Cuanto menos se detiene,
menos requiere.
Nadie habla menos,
y a todos comprende.
Lo peor es excluirse de su ladera.

IV

Permutar lo inmutable,
posible de eternar,
y por todo, instante en su temporalidad.
En su piel se pierden los abismos
de todas las máscaras de Dios.
Petrifica sus delicias,
revuelve la certeza,
intempera su penumbra,
y se desconoce en lo total.
Por su piel muere en instante.
Sé que nadie es inmutable, pero,
permuta el futuro de los dioses en el evento propicio.

III

Condimenta con ignorancia
para que Ninguno se arroje al ruedo de la Verdad.
Sí, rechaza lo que fácil de rechazar,
para que Ninguno se transvalore virtud.
Muestra lo cotidiano,
para que sus labios se humedezcan.
El tonto insiste de modo que
moja sus labios,
descarga el vientre,
fortalece la renuncia
y debilita lo ideal.
Así consigue que Nadie tenga ignorancia
y recelo,
para que los más lentos
busquen la Verdad.
Quien diga que silencio es el origen del lenguaje
expande el ámbito de lo posible.

II

No hay cielo que rehúse lo mundano como mundano,
por eso desconocen qué es el cielo.
No hay cielo que rehúse el hacer por la acción,
por eso desconocen qué es el hacer,
porque, el instante y el tiempo se encuadran mutuamente.
Lo posible pero increíble se rechazó
Lo imposible pero creíble se estableció.
El lenguaje se pensó desde el signo de la pared.
Pero el esquema causal depende de la esencia del mito.
Por eso, el Filósofo, perdió la pista del sentido del ser,
y diseñó nuestra historia en un ramillete de palabras.
Ninguna de las cosas aconteció sin la sombra de su muerte.
Todo pertenece y todo se innova.
pero recuerda su triunfo en tu derrota,
la que se atribuyó en prolegómenos para toda metafísica futura.
Por eso, su palabra perecerá con él.

I

Ante el no-principio del lenguaje que puede ser llamado, lo llama callar.
Pero es “falso” silencio el silencio del callar.
La sensibilidad que se le puede cantar
es su verdadera sensibilidad.
Sin sensibilidad es ocaso del día de la sensibilidad;
y con sensibilidad es la noche de los rostros de dios.
Desde el evento respondemos su insistencia;
y desde el instante, somos su única certeza.
Ambos rostros, instante y evento, desconocen el mismo fin,
Aunque con distinta sensibilidad.
Su alteridad es el silencio,
y en este silencio
pierde la Verdad de todos los infiernos.

[Regresamos a la Tierra]

miércoles, 27 de octubre de 2010

Al otro día

Cualquier juego controla la lógica el sentido

Pensamos, sentimos, jugamos
Jugamos, pensamos, sentimos
Sentimos, jugamos, pensamos

Jugamos que pensamos, sentimos, jugamos
Jugamos que sentimos, jugamos, pensamos.

Sentimos que jugamos, pensamos, sentimos
Sentimos que pensamos, sentimos, jugamos.

Pensamos que sentimos, jugamos, pensamientos que pensamos,
que sentimos.

Pensemos…

Cualquier intento contra la lógica pasa por la lógica para controlarlo
Cualquier intento contra la lógica destruye la lógica del control
Cualquier control de intento contra la lógica destruye el lenguaje
Cualquier intento de lógica contra la lógica funda el mundo
Cualquier mundo con cualquier lógica
es este mundo

Sintamos

Cualquier destrucción del intento controla la lógica de la destrucción
Cualquier lógica de destrucción pasa por la poesía para salvarse.
Cualquier salvación en la destrucción del intento es salvación.
Cualquier intento de salvación es la salvación.

Juguemos

Cualquier poema pasa por el mundo
Cualquier mundo es dios
Cualquier dios es principio
Cualquier principio es canción.

Pensamos que pensamos
Pensamos que sentimos
Sentimos que pensamos
Sentimos que sentimos

Jugamos que pensamos que sentimos
Sentimos que sentimos que jugamos
Pensamos que jugamos que sentimos

Sentimos que jugamos que pensamos
Pensamos que sentimos que jugamos
Jugamos que pensamos que sentimos

Pensemos que jugamos que pensamos
Sentamos que sentimos que jugamos
Juguemos que jugamos que pensamos.

Cualquier juego controla la lógica del sentido

“Yo: Título”

Crees en lo que crees y lo llamas saber.

No sabes si esto es ironía o la más plena ingenuidad.

Nada de eso. Se llama Verdad.

* * *

Crees en lo que crees saber y lo llamas saber.

Te crees que esto es dialéctica.

Sí hermano, es Verdad, pero también Mentira.

(de nuevo, no sabes si es ironía)
[O por qué conjugas el verbo “ser”]

Lo que sabes lo llamas verdad.

Si, el en ello (aquí falta un acento) (en verdad?] (escrito indescifrable= sí)

* * *

Lo anterior es chiste común entre historiadores.

Sólo que los historiadores no ríen.

Hay una risa interior, pero ellos no tienen corazón.

* * *

Bueno, sí, tienen, pero sólo como historiador.

Lo demás es poesía del viento.

Los archivos, archivos son.

* * *

Vuelves a pensar en la dialéctica (aquí?, allá? en todas partes? Entonces, en ninguna?, entonces, a qué llamas error?)

Vuelve al inicio, arriba dice: “Yo”.

[(lo vi, o lo soñé)]

* * *

[Silencio]

* * *

Todas las palabras vuelven a lo mismo, dicen “error”.

Todas las palabras están escritas, La primera no es la primera, la primera “soy yo”.


* * *

Pero te dirás aquí: -“este tipo es un estúpido?”

Pero aquí no hay ningún tipo, pues no hay sujetivo.

* * *

Y sin embargo esto sería darte la razón.

* * *

No hay ningún tipo, más si por ello amplías la semántica.

* * *

O te refundes en el abismo.

* * *

Sabias que estoy obligado a ofrecerte el mínimo de sentido.

=?
Sabías que estoy obligado a ofrecerte el mínimo de sentido?

El cliente tiene la razón.

Si no, regresa al paso anterior.

* * *

Sabías qué? Esto lo ves todo los días, pero… es un error?

* * *

Sabías que mi obligación se llama milenios?

* * *

Sabías que el milenio es Yo?

* * *

Sabias que esto no es verdad, aun así seguiste leyendo. Creíste encontrar ritmo.
Creíste ver un mimo.

* * *

Nada de maricas franceses, aquí,

Nada. Hasta que sean como la carne inmunda de su cartés.

Ergo, No hay ningún francés.

* * *

Modernidad: Perspectiva que no deja ver el sonido.

* * *

^Posmodernidad^: No ha comenzado nada amigos!

* * *

Sonido, sonido, sonido.

Luz, luz, luz.

Ya no hay patrones. Veo la luz.

Oigo sonido.

Pero eso ya lo sabía mi voz.

* * *

Hubo una noche en que no te desperte.

Sería esquizofrénico quererte despertar.

* * *

El sentido no requiere sentido.

* * *

No hay auditor.

* * *

Redoblan las erre las de.
Marcha el sonido en su marcha ingenua.
Aquí nadie es Dios.
No hay auditor.

* * *

Inventamos la calle al no tener palacio.

Inventamos la calle para tener razón.

Trazamos el plano del abismo, el palacio

Le escribimos a Hieron.

* * *

Soy hijo del que le señalo el lenguaje a Dios.
Le dije "escribe Homero”.
Homero dijo "Yo".

* * *

“Helenistas del mundo uníos”

* * *

Violaron a la diosa verdad.
Revisen las poesías.
Todos los poetas lo anunciaron.

* * *

Un profeta no es “Yo”
[profeta rima con mofeta]
[jo!, jo!, jo!]

* * *

Y dónde apuntas sin papel.

* * *

El viento es papel.
El papel es escrito.
El sonido está el papel.
[jo!, jo!, jo!, jo!, jo!]

* * *

Internet no está en Youtube.
No está en ninguna parte, siquiera en Youtube.

* * *

Paro aún así escribes que la conciencia es.

* * *

Sabes que lo que crees se llama verdad.
Pero el susurro no dice sentido.

* * *

Sentido.

* * *

[Jo!, jo!, jo!]

* * *

Todos ellos nacieron en el sonido.

Los que vieron la luz del decir.


* * *

Piedad madre filosofía piedad!

* * *

Más patéticos tus estruendos! Más irrisoria tu verdad!

Más “ridículo”, el sonido.

* * *

Más deliciosa la verdad.

* * *

Si fuéramos del club de la pelea dirías: “Ve al refrigerador”

Al menos, así lo oirías.

No hay ningún refrigerador

* * *

A lado duerme Pamela.
Bendícela Dios.

* * *

El juramento.
(Tu firma)

* * *

Te destruí,
para abalanzarme sobre tus restos al otro día.

El tiempo de la escritura

Los ritmos no pueden alterar sus sentidos,
sus bailes – ellos los bailan cuando quieren,
pues en el baile no hay Destino.

¿Cómo una ley bailaría el baile?
¿Cómo la pista sería tan vaga
e infinita?

Las calles tienen risa.
¿La ciudad puede volver a ser semilla?

Podría dejar de ser prosaico
e idealista.

(Oscura la noche)

El hacer dice en lenguas,
el lenguaje dice la noche.
La noche hacha el instante,
el instante hiere el lenguaje.
noche las lenguas,
()

Imperan los silencios

Todo se vive en un instante,
todo es el instante.
El instante inventa risas.
La risa las llama risueña.

Imperan los silencios.

La raya imagina un campo,
el campo viola la nada;
imperan los silencios:
las noches despiertan eternas.

Sábes? Arropé al mundo
en el precipicio de una mirada:
una vida para morir en ello,

entonces cené la flor de la mañana,
para proferir los símbolos
en mil conservas extrañas.


* * *
Vi en la pared que la sombra del hombre
era igual a la del niño.

Juzgué que todo está bien.

Un enigma

Si las palabras vuelan,
seguramente no lo harían más allá
de la mirada.

Y no por que no vuelen lejos,
sino que nosotros hemos perdido
todas las perspectivas (en la perspectiva)

Nunca podremos saberlo,
no al menos diciéndolo
en nuestra lengua.

*

*

De buscar la salvación
Tendría que preguntarte:
“¿A quién te quieres coger?”

Fuimos el último sueño de los padres,
en el coma diabético de nuestra verdad.


**

Inefable, inasible, insoportable.
Cubrí tus ojos con monedas
de naciones inexistentes.

Quería pagar tu belleza con lo imposible.
Pagué por tus dones tres palabras.
Las sepulté juntas, contigo, al caer la tarde.

Saldo Rimbaud

Diversificación del mercado,
para cada muerto un rostro,
para cada rostro un epitafio.

Para cada color del cielo
el último estilo, lo último en poesía.
Nihilismo, escatología.

Música y ropa que cubre tu tumba,
recuerdas las promesas de tus padres,
de la patria, y eso de la igualdad ante las nubes.

Diversificación de Dios,
una vez muerto el Mercado,
el consumo es de hierro.

Un día será de metal.
Y dios estará muerto.

Dos o cómo le reza Dios a Dios

Objetos poderosos, habitados por mis manos.

Bolsa!, Repisa!
Levantadse de la nada. Emergan sus usos a las funciones.
Créese las leyes de lo natural!

El sonido de la formación del sonido
No es sino la deformación del sonido,
dijo un platónico sordo.

El máximo de inteligencia, tazado en sensibilidad, es pesimismo.
El máximo de pesimismo sólo es ingenuidad.
El genio no conoce sentido,
el sentido es genio en verdad.

[o el genio desconoce la verdad]

Epinicios

Piensa en un árbol
cuando el árbol ya es una mentira.

Piensa entonces que toda mentira
es verdad.

Llámale, si quieres, mentir a plantar,
y vuélvelo a enterrar.

* * *

Yo quiero ver acuarelas del Apocalipsis.

La fuerza del arrastrarnos se calcula en apenas 25gr.

Tallando la pared esto aprendí

Aguarrás a la cultura,
Ahora nuestras pirámides son más grandes.
Son más violentas.
Llegan a la luna.

Primero barre la escoba,
Y aprende a pensar,
Luego olvídate de ella,
Aprehendiste nada.

* * *
Hacer una flor es mentira,
pero hacer todo lo que es hacer una flor es real.

Hacer una mentira en lo real
es haberla hecho verdad.

* * *
Un momento ex-tático
de manifestación divina.

* * *

Un signo de realidad
ya contiene todo lo pensado

Un pensamiento ya refiere toda la verdad.
Toda la verdad en tu dedo.
Todo tu dedo apuntando lo real.

(analízalo, no hace falta analizar)
(asesina, no tiene caso asesinar.)

* * *

Corporizamos sueños e ilusiones,
fueron mil años de arrancarnos
la carne entre hermanos,

entre amigos,

entre ilusiones.

* * *

Como Hegel en acuarela,
fuimos los sueños de arrastrarnos,
fuimos el juego que arrastramos.

Pensamientos al profeta Samuel

Samuel:
1.- Cualquier juego controla la lógica del sentido

2.- En cualquier pedazo de la realidad
está la realidad entera,
también en tus salchichas infestas.

3.- Un muerto que se levantara a la vida.
Eso sí daría miedo.
No a nosotros, al muerto.

4.- Un sabor tiene sabores
Pamela

[los sabores tienen sabores,
porque el sabor tiene sabores.]

Los sabores tienen sabor?
(No. Tienen sabores.)


5.- Y gracias a Dios, Dios es grande.


6.- No mames.
Vi esas gotas de salsa inglesa y dije “Por qué no se deshacen esas gotas?”
Después miré de nuevo, y miré eran semillas de sandía.

viernes, 22 de octubre de 2010

Infancia

a Juan en su titulación, hermano

I

Blanco, un abismo de palabras.
Todas muertas,
todas en sangre de su color puro,
retorno a nada, vueltas plenitud de sentido,
giros de ceniza quemada en entrega de nada,
vastedad de color blanco,
puro, sin fuego, sinsentido.

Un punto, entonces un punto en medio de la nada,
sólo, ausente, sin sentido-olvido,
dotado de plenitud en su soledad distante,
aparente, inexistente.

El punto es,
recuerdo uno seguido por la aparición de puntos incesantes,
infinitos,
no-equidistantes,
no hay proporción de sus siluetas,
puntos,
sólo puntos, todos ellos impregnando al vacío blanco con sus lentes.

El sentido aparece determinando su silueta,
proporción y medida,
configuración de proyecciones que vuelven cada punto
en determinación de su trayectoria particular,
singular, finito,
sinsentido, en punto,
pero en plenitud de su nada en dirección indeterminada,
al pensarse el final, a sí mismo,
al infinito [penetrar el sonido].

Cada línea atraviesa la vastedad,
de siluetas geométricas se forma un cosmos,
una proporción, una profundidad
y un espacio,
que recién preserva la visión total de lo existente.

Yo antes blanco y antes era punto,
el tiempo indeterminado y en aparecer inexistentes.
Yo era punto blanco en el juego de lentes,
ahora soy línea, antes fui punto negro
y recién me desplazo en el penetrar vacíos blancos,
ahora mundo de mi propio impulso,
en comunión con las líneas infinitas que me pasan por debajo, por arriba.
¡Las dimensiones y la dirección del sentido!
¡Los nombres! Blanco, negro,
es una gran danza de líneas en tiempo,
en proyectil al abismo.
[Punto-punto  la profecía el propio presente
en vuelta de cruces de caminos]

El tiempo es la gran danza de líneas,
inaparente, lo que lleva del punto al vacío,
de la línea a su destino,
inapetentes de su destino cuando el espacio era vasto y no iniciaba la marcha,
en centro de plenitud de auroras transparentes,
sin silencio, sin sonido;
con voz, ahora en sueño de sí mismo.

Fuimos recorrido al vacío.

Hasta aquí el primer vistazo de un sueño inaparente.


II

Comienza el sueño,
Del blanco se pasa al punto,
del punto espacio sinsentido,
como ausencia de determinaciones que alteridad del punto
es el punto de sí mismo perdido en el no-color del abismo.

La línea funge como deseo,
equivocidad del tiro,
que proyecta su silueta en la transposición del cielo invertido.
El movimiento emerge en aparecer de apetencias:
contornos de lo creado emerge en transposición de todas ellas.

Me impulso, me arrastro, me dejo arrastrar en este mar del mito,
No sé, sólo punto, en línea que se penetra al vacío.

Ahí.
Un signo de luz rompe el tiempo,
lo que fue blanco,
sangra,
delineado en puntos proyectados
sangra en silueta única,
nunca vista y no proyectada,
punto rojo que sangra en recta.

Línea que atraviesa el campo, también,
y se encuentra al fondo con otra de ellas,
las negras,
que ahora desaparecen,
en contacto frontal,
desaparecen, instauran la puridad del espacio,
no más blanco en línea negra.
no más negro en fuego del rojo,
no más línea roja al despertar éstas a su rostro.

Puntos y nuevas estrellas,
Colisiones, azoran
todas las direcciones en que la conciencia atraviesa
la geometría total de ellas.
Nuevas líneas, rojas emergen y se confrontan con las viejas,
no hay salida.
Debe haber también una que sea mi opuesta.

Terror de la aniquilación,
de la supresión de las dimensiones blancas
en su travesía recta,
que se entrecruzaron y fueron dibujar siluetas,
donde del roce nacieron las palabras,
donde el espacio conoció su principio,
su silueta, su sonido,
su palabra blanca transpuesta en signo,
donde del blanco se pasó a la poesía.

Penetro el espacio blanco, del terror,
cavo en la profundidad no explorada,
un agujero se pliega en mí, punto,
un sol negro abre su piel, punto,
en superficie subterránea al vacío,
[¿Mi caverna?] punto.

Sin puntos, espacio determinado en lo oscuro,
Sin siluetas sin sonido,
Sin sonido sin poesía.
Negro, sólo negro, punto.

Silencio. Punto.

Estoy seguro.


III

Al fondo emerge de mí una silueta,
un punto, rojo que llama la muerte del sueño.
Punto rojo que se espera en el otro extremo del sueño,
al otro extremo de la muerte.

La poesía era movimiento,
habito el silencio del signo muerto,
lugar que guarda la silueta de mi movimiento,
de mi instante.

Punto rojo me confronta, me aterra,
No sé nada del otro punto, el no que me aterra.
[La silueta, fuga de sí:]

Emprendo la fuga a la nada derecha.
Me conformo con alcanzar el vacío antes de completar la vida.
Giro en la eternidad del vacío oscuro.
Al llegar al otro extremo de todo, nada,
el punto rojo aún me espera.

Emprendo la fuga a la nada de arriba.
Escalo los abismo de lo negro
para no salir de la noche eterna.
Llego a la cima del abismo, nada,
el punto rojo aún me espera.

Emprendo la fuga a la nada izquierda.
Atravieso vastedades sinsentido,
en espera de la nada, no otra antorcha, no otro sonido.
Llego al confín del vacío, nada,
el punto rojo aún me espera.

Emprendo la fuga del vacío,
Me precipito en el recuerdo de mis fugas,
recuerdo al punto rojo fugando en dirección opuesta a la mía,
nada,
el punto rojo huye de nada.

No más caminos que recorrer,
nos encontramos al otro lado del abismo:
Su rostro, el mío.
Termina el sueño,
ahí, comienza la “vida”.

Escuchar el silencio es otro vacío.

lunes, 18 de octubre de 2010

Prefacio

Se funden y confunden, así,
los cantos y los encantos,
lo monstruoso y el alivio,
la violencia de la querella
y la bondad del artificio.
De aquéllo que fue peligro
y hoy es embriaguez, ser uno,
indistinto,
¿El mar?
No, el silencio, el sonido.

Confieso Señor o pensar lo posible

He pensado, he amado, he creado.
En mis palabras y en mis actos.
Pero ¿he pensado mis amores?,
¿he creado mis ideas?,
¿He amado mis creaciones?

¿He dicho la gloria de mis vuelos?,
¿he cantado al ocaso por lo menos una noche?,
¿he entregado en versos de silencio un mundo para mi?
¿Acaso he cantado cual recuerdo
las siluetas de las aves que vieron a cantar a mi ventana
apenas salieron de su preludio de libros y cabezas?
¿He entregado paisajes de presencia
a representaciones ex-táticas de amor y devoción abismal?
¿He vislumbrado los ojos amantes que se mesen en la silla del tiempo,
cuando pasa nada alrededor
o cuando el silencio llama a la puerta del hogar?
¿He denunciado la ironía sólo para ser franco,
y salirme por el espacio creado de bella poesía?
¿Acaso he vuelto sobre los pasos de otros
no para aprender sino para presentar mis credenciales
y ser servidor de sus contornos?
¿He abierto un libro para cerrarlo y nunca volver sobre él?

He vuelto sobre libros como amante despechado,
que suplica en furia otra noche vivida en el soporte de la silueta.
He llorado versos que nombran esos Hechos,
sólo para arrojárselos en cara a aquélla que amé.
Fui el que creyó pensar, amar, crear, para su piel, mi secreto,
mi piedad y mi fe.
No. No amé, no pensé, no creé.

No en tanto comprenda que fui yo quien no hizo. Soy inocente.
No amé, no pensé, no creé. Siempre he creado, un mil instantes repetidos,
en concatenación absurda y maravillosa con lo real, lo que deviene si mismo,
en la indistinción de la identidad o la culpa, del barranco del infierno, en castigo eterno,
o de las costas del divino cielo. En la tierra que palpita el ser del silencio como nueva ley.
La soberbia también expía.

Risa y muerte

Lo pleno del abismo
se llama vació,
Lo pleno de la nada
es la risa en su mirada.

Lo pleno del silencio,
la mirada de la risa.
La risa del abismo,
es el silencio en su mirada.

Espejo de ninguno

Quiero ser ninguno,
entre tus piernas que son ninguno.
Quiero morir otro noche,
en la caverna de tus sombras.
Quiero llamar al mundo
y ser el mundo a tus anchas.
Quiero ser ninguno,
en el frenesí de miradas,
Mil espejos recogidos
en los mil cuerpos rotos en el último respiro
de la noche en que morí en tu garganta.

El espejo perfecto, es
el que no es espejo.
El espejo perfecto es el que es ninguno.

A qué huele la nada

Si la nada tiene sonido,
silencio es su sonido.
Si la nada tiene rostro
su rostro es ninguno.
El agua,
¿cuándo es la poesía que sueña el agua?

Terror.

En ocasiones llego a pensar
que siquiera Dios otorga el perdón.
Es un pensamiento que me aterra.

¿Qué significa que aprendiéramos
lo geométrico de tus signos en la movilidad del cielo?
La pregunta sobre sí en la “realidad”
existen los triángulos o la voluptuosa elipse,
¿interroga desde lo móvil o lo extático de lo real?
¿Cómo se interpreta el ser en este caso?
¿No es entonces un deseo de no morir
el fundamento de lo real?
¿No es lo real un castigo,
un castigo por real?

Lo que se refiere en la acción
es lo que se confiere en el abismo.
Lo designado como cosa
señala la asignación de la utilización
bajo el signo de terror-culpa-expiación,
piedad.
Pero entonces, quien perdona, ¿ejecuta
una acción?, ¿dónde queda el rédito,
dónde queda la inmovilidad?

Miles

Algo tendría que hacer
al susurro de ese ritmo.
Pero recuerdo que no hay instrumento
que sepa tocar.
Sólo toco su piel. Ella.
Y me pongo a tocar.

Algo que hacer con ese ritmo.
Y le hice el amor otra vez Señor.
Señor, le hice el amor escuchando su esencia

Pensamiento del Getsemaní

¿Ante quién he de justificar mis pasos
si tú los desoyes a cada andada?
Un arco se tiende a tu rastro.
Un puente de madera, en junturas, que encierra los años.
Ahí veo tu rostro perdido en los contornos,
es la fragua del bosque quien me muestra tus rasgos.
Pero esos ojos son los que ignoran
la dignidad del puente, mis pasos.
Ahora tu rostro es perdido, desperdigado
en mil sueños de bochorno que rozaron
mis pasos todos estos años infantiles:
una simple astilla en el pecho del hombre.

La rosa que encontré en tu lecho
me dijo que alcanzara la cuenta del teatro,
que llorara al viento del ocaso hasta alcanzar
la última nota del perfume de tu aurora,
pero es que ahora la noche es larga y pesada.
Sí, aún es sagrada, pero ¿dónde he de descansar?
Carpintero, ¿acaso en la silueta de tu silenció?
Sé nada de la justicia, aún cuando mis brazos
la sostienen como a un niño de cuna.
Sé que dictas al otro lado del puente, pero,
qué sé hoy sino mi propio destino,
qué sé sino mi muerte.


Lo que pudo contestar Dios al otro lado del viento.

Soplé tu vida entre mis manos.
Nunca supe que era una flor lo que tallé.
Así te deshojé tranquilamente,
sin escribir nunca los rostros del color,
de un veneno, de una droga.
Era el frenesí suicida de mi barranco,
No sé qué escribo.
Te llamo y no se incendia nada
más que mi propio camino.
Tu sangre, mis propios pasos,
Esto fue mil veces, esto también.
Mueres, eres inocente.

Libreta de apuntes

La Lola es una extensión de su piel,
no se marchita, no es flor,
es papel, papel que ella misma creo.
¿Qué su silueta no es árbol?,
y qué sino árbol significa mujer.

Un día tendré una libreta que se llame Ismael.

Un regalo

Escribo esto en la libreta
que Pamela me regaló.
La compró cuando tenía siete, yo,
tenía diez.
La compró cuando escribía sus muslos
a la luna de miel,
cuando yo soñaba con guerreros
y ella soñaba con leer.
¿Qué leyó? No sé,
la compró cuanto tenía siete
y yo tenía diez.

Vivir

Cuando se sabe de la caída
ya es en lo pleno del sentido.
De caer la llama quema escrito,
de escribirse la vida ya siempre
es lo que fue escrito.

¿Esto es correcto?

Lo vivido subyace en sus signos,
los signos son más en la piel.

Escribí

Sabes?
Escribí los poemas que te escribía
en tu pared.
Quería ser mi voz en tu sueño,
quería ser tu sueño pintado en la pared.
Quería ser lo más propio de ti,
quería ser tu casa en mi misterio,
quería ser tu misterio en mi palabra,
quería ser palabra de tu sueño.
Quería ser ocaso del misterio.
Quería ser Verdad,
Quería ser mi aliento.
Quería ser poesía,
Quería ser tu piel en mi poesía.

Soy, quien duerme a tu lado.
Soy señor de tu mirada,
poseedor de vastos dominios
donde pastan mis sueños a sus anchas,
cuando reposas mi piel en tus silencios nocturnos,
de ternura, laceración y abismo.

Escribo poesía aun en tus sueños:
mueres al sueño y te reencuentras con los hombres.
Entonces muero en el sueño del que despierto,
a pastar la noche,
a ser el silencio de tus hijos.

Del inicio

Descendieron de la tormenta de piedras,
horizontes naranja que rápido se callaban.
Su mutilación no conoció límites,
eran hijos de las estrellas muertas
en parto de los tiempos de la historia humana.

Al poeta americano

Ahora también tengo visiones
y en tu nombre recuerdo
la eternidad de tus signos.
Lo que resta del mundo
es tu ausencia, ya no hay confines,
pero tus letras soplan
lo que sólo tú llamaste sentido,
lo que sólo tú olvidas
en la mesas de ping-pong que escribes.
Tatuaste mi alma
y me diste piel en tus ilusiones
de desgarro y pérdida filial,
me diste patria para ser acero,
me diste recuerdos para ser auxilio
y destructor de templos en el desierto.

Canción juvenil

El sueño que tienes tú
el sueño que tienes yo
el sueño que tienes tres

Cuando fui al desierto
no creí existiera esta soledad

el sueño que tengo yo
el sueño que tengo tú
el sueño que tengo tres:

Saber que no hay poesía
que te pueda salvar

el sueño que tienes todos
el sueño que tiene uno,
el sueño que son ninguno

La palabra secreto esconde un secreto:
en todo lugar habido un muerto.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Pero nunca fuimos al infierno

Recién llegábamos a comprender el papel,
nuestro amor en ello,
cuando nos lo llevamos.

Como siempre,
empezamos a pensar
al inicio de lo ausente.

Yo también

Príncipe de la paz,
el destructor de guerreros.
Los destruidos en mi pecho
al destruir sus sables con mi carne,
con mi sangre,
con mi voz que fue aullido
y después fue un ángel.
Fue venganza de lo nunca dicho,
en mil muertes esparcidas
en el vortex de los pasos antiguos.

Pensador pensado

Pensador pensado
en el abismo de su nombre.
Cual si fuera broma,
una broma de dioses juguetones,_->__[cualquier adjetivo posible
lejanos-cercanos, no sé,__________________________|
sólo sigo sus tenues indicaciones.________________|
__________________________________________________|
Nunca señalado_______<-nunca escrito_<-el resto del mundo
en un sueño____________en un verso
|
La nada que nunca__->_el tiempo que no es punto si no es silueta]
es nada

Del mundo sensible
que hablen otros.
A mi me interesa
lo que no existe.

del bosque y su camino

Soy bosque y su devastación:
Madera que se hace ceniza y después
se hace carbón.
Soy ceniza que llama
al agua y al alimento.
Soy ceniza que mezclada
hace pan, hace vida.
Un día seré padre
y no serás mi semilla.
Un día seré padre
y no seré semilla.

Soy bosque
y serás la primera piedra tendida
en el claro de mi nombre, tu ausencia divina.
Serás la piedra que vigila
y señala las imágenes de todas las imágenes,
las piedras de todos nuestros falsos nombres.
los motivos de todas nuestras alegrías
y todas nuestras desilusiones.

De otro modo, el mío

Me incendiaron en el principio,
nombre de pensador,
nombre de poeta.
Me incendiaron en el principio
y dejaron la marca de todos
los cursos posible de mi voz.
Me incendiaron en el principio,
arquitectura de mi destino,
mil leyes escritas en tinta invisible a dios.

¿Sabes cuál es el papel?, ¿sabes quién el hijo?
Soy hijo de la tierra,
el hijo de las dos madres,
templanza y abismo.
Me llamo Federico
y mañana seré tierra.

El ir hacia

Un hueco en cada verso,
una ausencia en toda poesía,
una presencia que reclama
todos mis pasos,
mis convites y mis fiestas
al levantar los himnos
que develan los signos de tu aliento,
el deseo de tus vientos memoriales,
los motivos de la poesía
son el corazón lo que al principio
fue garra y terror,
temblor de tierra infinita,
sin profundidad, sin vacío,
palabra dada al poeta
para su silencio, para su agonía.

Lo que nunca podrá decir
por no estar escrito.
Lo que no podrá escribir,
por no ser lo dicho.

martes, 12 de octubre de 2010

Me llevas al vacío de lo insignificante

Construiste ciudades para construir un imperio,
te alimentaste de cada día,
cada día que construiste mi templo.
Y al final de todo ¿para qué?
¿Cómo terminaste el último día?

Me llevas al vacío de lo insignificante.
Pero yo no soy dios para reglamentar mis cantos

Perder-te

Con todo ese enchinamiento de mi piel,
que apenas se percibe, que apenas se vive
y te desgasta,
entre roces y contacto de la noche juntos
donde nadie vive si no es el sueño
de ese tenue contacto perdido entre los amantes.

¿Qué soñaré al despedirme de tu rostro?
¿qué rostro tendrás entre mis cantos?

El dulce artificio de tu nombre

El sol no alumbra los pasos de la luna
ni los alumbrará.
Quiere la negación de los principios,
quiere el no que palpita en la piedra congelada,
en medio de la plenitud del espacio,
el pleno de la nada.

No quiere tiempo ni reservas,
no quiere ilusiones o espejos
que relaten sus misterios, ni de noche
ni de mañana.
No quiere el auxilio suicida
que niega la noche en la torpeza
que se llamó vida.
Quiere la nada que llama vida,
lo que alumbra de reflejo
y a escondidas.

Exploración a verdad y tiempo

El día que te conocí
desconocí todos mis instantes,
palabras y hechos voraces
que consumías en el sigilo de mis pasos,
y mis aves y mis cantos y mis consuelos.
De tus ojos vi un misterio,
de tus ojos vi el fondo de las aves:
¿estuve yo en mis afanes?
¿era Yo la pregunta al tiempo?

Ni fue día ni fue noche,
no fueron los tiempos que se juntaron.
Para besarte no hubo horizontes o auroras,
fue instante de origen tus labios
los que se juntaron para nacer los instantes.

Extraño ahora

Hoy soy la alucinación de mi ser,
torpeza que adelanta pasos por los no-caminos.
Hoy soy mi reflejo,
alucinación sobre las mierdas plutónicas de mi tierra,
su propia mentira,
su propio secreto para misterio de mi misterio.
No escribo estas líneas,
me describen, están conmigo.
Mañana seré… la alucinación de mi mismo.

Qué vas a decir hoy

¿Kerouac?, ¿qué vas a decir hoy
después de tantos años de ser tan muerto?
¿No es acaso lo mismo parte de tu gran camino?
¿No fue la última montaña que escalaste
con la ayuda de tantas y tantos vientos del estío?
Hay quien quiere encerrar al mar en un barco,
tú bebiste hasta la última gota para redimir todo paso,
del genio hipster incesante
en jazz mental, de alucinación, del paraíso.

(Para ser ola inmortal en todos tus excesos, todos tus escritos.)

En el mar metal de la banda sur tus palabras trastocaron,
se fundó contigo la playa sideral del om vacío.
No sé si oíste la costa, así lloré la voluntad de tu muerte
desde la inexistencia material de mi lamento,
buda del silencio, buda de la muerte.

Jaguar o la garra del tiempo

Rugías tu selva y tu destino,
cada seiba aguardó tus anhelos,
terrores, violencias y deseos.
Guardó tus misterios y percusiones de guerra,
ser guardián de tus hombres,
ser las fuerzas de tus pueblos
en la piel felina, en miel moteada de abismos.
Tus garras fueron lanzas de victoria,
tus heridas las insignias de protección,
de aliento, del tiempo no vencido.
Te canto Jaguar hoy,
que sólo restan selvas para el lamento.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Fábula de la perdición y soledad de Eliseo

Aparentemente quiere decir así como yo, cuando que así como yo quiere decir tal como lo hago y me es efectivo.
Aparentemente no guarda ni conserva ningún género de necesidad. Es la plena contingencia en el uso y abuso de su arbitrariedad. Yo es libertad, es voluntad de dominio. Devenir es aparentemente mi deseo, pero queda un rastro sin preguntar.
¡Que yo no soy apariencia! ¡Yo soy realidad!
Pero, justo ahí, el rastro es el plus de sentido, la marca que asegura su conservación en el desgaste de sí. Formalidades señores, el dominio es suyo y yo soy el asesino de mi maestro. Ustedes poseen su doctrina. La conciencia, la subjetividad, es la marca sin marca del tránsito en la conservación de la certeza. Ahora suya, no insisto más en ello, en ningún derecho o justicia. Es la borradura del fenómeno y la posesión del lenguaje que transita la apariencia, que re-efectúa al aparecer recién como orden necesario, que sustenta, recién ahora, al mundo. He ahí mis credenciales. Soy suyo, lo dicho. Que así se escriba:
Transité múltiples horizontes para llamar al vino vino y al pan pan.
Fui acólito de lo escrito, perseguía el gobierno de mi ínsula.
Nunca me di cuenta que seguía a quién recién llamaste loco, suicida.
Perdonadme padre pues he pecado.
Perdonadme pues no supe lo que dije, lo llamado en mi abismo.
Elías, Elías, sube al cielo y no es conmigo,
Elías sube al cielo en un carro de fuego y su llama es conmigo.
Conozco la desolación y la pena, permitidme regresar a mi ermita.
No quemen los pies de aquél que tiene su corazón en un fuego infinito.
No quemen las llagas del destino del que vive la perdición y la soledad de su propio mito, de aquél que escribió al fuego pidiendo su piedad.

El proyecto de mundo

Proyecto de mundo:
el llamar a dios inocencia, con inocencia.
[El juego] Como pastor que llama a su oveja,
descarriada, perdida, pero jovial y desconocida.
Ignorante de sus más terribles errores,
Ignorada en sus más verdes abismos y sus más hondos pastos.
Silencio, ante sus más horribles berridos,
todo lo antes adjudicado.
Olvidados, tú y yo, de su más tierna edad.
[Un juego, volvamos a comenzar.]

No fuimos tú o yo los que denostamos,
No fuimos quienes sufrieron la afrenta de su primera putrefacción,
de la fermentación de nuestros destinos.
Hay algo más grande que el perdón,
se llama poesía.
Poetiza, lo demás te será por añadidura.

Jaguar.

La proscripción

Cada palabra, rodeada por cien espejos,
¿Quién es la real?
Pero realidad cuenta aún con más de ellos.
Nombrar a cada espejo,
hasta que a su nombre se señale el reflejo del sonido [el crash!]
hasta que encontremos que detrás del espejo,
hay mil palabras dichas en mil lenguajes desconocidos,
nunca escritos…
Eternidades desconocidas de todo aliento,
donde Tierra y Cielo son el primer espejo.

* * *

“ ¡Dispárale y vuélale la maldita cabeza!”
Del tiempo y el flujo nació
la venganza del abismo [¿?].

“Soy un tipo calmado, y sé que tú no quieres dispararme…”

Como una historia del oeste.

“…así que, entrégame el arma.”
“!Cierra la boca!”

[El bang! eterno que ignoramos como Historia.]

Donde el olvido recordaba a sus muertos.

Pensé algo,
que me aligeró el paso, que aceleró mi caminar.
Pero el camino era lento, me detuve a pensar.
Lo pensado se olvidó de la velocidad,
la acción, del cometer y del pecar.
“Sé olvido de su instinto primario.”
Me dije. Se olvidó al instante
que todo pensamiento era asesinar,

Ante el terror homicida,
la piedra me enseñó su asiento.
Ante el terror homicida
la verdad habló del moral.

Sus frutos eran dados en don a la humanidad.
Era humano, me dijo, quien palpaba su pulpa.
Era mortal, concluyó, quien negaba metérsela al culo
y rezar. Palas y Picos.

Antiguos mitos recién escritos,
Verdades milenarias de los sigilos, caminos,
nunca transitados por ningún mortal,
recién carne, recién espíritu,
recién negación de la indigencia fundamental.
Algunas palabras, algunas…
Dos acentos, la posibilidad.

No hubo más tracción, nada me podía arrastrar.

Inicié entonces mi senda de negación,
de rechazo y dominio.
Indagué las raíces secretas de la verdad,
pero nunca regresé a ese punto del camino,
al encuentro donde el sí soplaba al otro viento,
a la dirección donde el viento era el don de afirmar el paso,
el soplar,
cuando ya no había cumbres,
donde el mar se secó de tantas lágrimas
vertidas al olvido del llorar.
“Al final de la destrucción, él regresará,
Te lo aseguro.”
Fue lo último que dijo el árbol junto a su piedra,
al menos, lo último que oí en siglos.
Del tiempo nadie sabe,
así, inicié mi descenso, me despedí de mi montaña.

Yo nunca estuve en montaña alguna.
Siempre he sido en medio de mi caverna,
contigo, y todos mis hermanos, con todas nuestras piedras,
Palas y Picos, a impulso siempre sabido de que toda salida es reinicio.

¿Cuchillo y tenedor señor?

¿Cuchillo y tenedor señor?,
Veloz, como mesero, no requiere propinas,
Le gusta escupir al plato del comensal.
Porque puede, simplemente.
Sólo porque tú lo temes, pero pagas.
Por eso pagas, por sentarte, no por comer,
no para hablar.
Para existir, en su ley, en su vanidad,
Tú derecho, tu bondad.
Tú, espejo, lo que te olvidas de reflejar.

La realidad es… un postre

El silencio es la sonoridad de la nada.
La nada tiene sonido:
el silencio es la nada del sonido

¿De encontrar su rostro en qué color lo dirías?
De tener palabras, ¿en que lienzos fijarías los sentidos?
¿Cuántos “errores” cometerías?

Nada es sensibilidad,
¿cómo “componer” poesía?
¿A qué precio, para qué mercado?
¿Qué usura se atreve a preguntar?
¿Qué pregunta no sabe preguntar?

¿Y qué es el sentido?
Tiranía de la nada de la sensibilidad.
Es.
Escritura es la puta tiranía

La realidad es un postre…y Yo… principio.

Concéntrico abismo, geometría moral, líneas y destino

¿Supiste del espejo que fugó su rostro?
Construimos las paredes para escribir las señas de su proscripción,
uno y lo mismo, sin retorno, sin igual.
Para levantar auroras, todas iguales, ¡todas idénticas!
Para describir la torpeza de toda silueta, de todo sonido,
que mostrara lo recién impío, lo recién mortal.
No supimos de sus ropas, ni de sus pieles de piel argenta.
¿No fuimos, entonces, quienes encadenamos el sol y llenamos al mar?
Fuimos torpes como niños que se retraen de su maldad,
Fuimos malditos al querer gobernarlo.

La palabra de creación

Tus labios nunca
fueron los labios que dijeron la verdad,
la verdad de ser el viento de creación,
de un sueño, de una ilusión.
Y a pesar de saberlo,
siempre está la duda de creer,
de serlo.

Romance

Yo soy explorador,
Tú eres hija natural del abismo.
No hay manera de perderse,
ya estás perdido.

Pero de tus labios, la señal,
y aprendo el diálogo,
de entre tus piernas,
ser, aprendo la maldad.
No hay dónde perderse,
ya estoy perdido.

lunes, 4 de octubre de 2010

comentario

No sin mi nave emprendí el vuelo,
del mar de zargazos no se tejen velos,
pero si la vela llama, el fuego es el propio viento.
Pero... dónde la carne del holocausto,
dónde el monte para libar el cielo?

Aves, muchas, son el orco del horizonte,
cada una lleva un presagio, mil poetas
engendrados sin saber nunca de ellos.

Quién será entonces el asesino de los sueños?
Quién maquillará nuestras máscaras,
para reclamar el cetro,
ese que robamos antes a los portadores de los siglos del fuego.

Quiénes fueron así,
los que murieron antes por un verso.

La transferencia

Ante el cerco de la metáfora
la única tesis filosófica:
el minotauro y la escritura,
su rostro, su furia,
y sus piernas, tan humanas,
tan ajenas.