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miércoles, 22 de septiembre de 2010

TEORÍA DE LA ACCIÓN SÍGNICA

El silencio esencial es la dureza de una suavidad, que callada sólo fuerza a pocos a lo único, el que sin un saber de la esencia de la verdad al hombre le queda cerrado el ámbito de las primeras decisiones.
Los sin palabra no son los que callan; pero tampoco los oradores y escritores.
Tienen que llegar esos decidores, que con frecuencia han pesado cada palabra, para que todo peso permanezca suspendido en ella y resista al mal uso. Pero ¿cómo devienen oidores? Sólo quienes son capaces ellos mismos de decir, pueden oír, sin volverse al mismo tiempo siervos.

Heidegger.
La filosofía en la meditación sobre sí misma.


TEORÍA DE LA ACCIÓN SÍGNICA


Disolución significativa -> Efecto de la técnica.
No son lo mismo
Solución significante -> Poesía (lo sin efecto).

A/pertura significante -> efecto de la técnica.

La pertura es el cierre significativo.

Solución significantes -> llamar a las cosas por su propio nombre.

Significatividad -> disponibilidad técnico-esquemática de la poesía.

Significancia -> indigencia de lo por ser nombrado.

El signo -> el útil a la mano de la significatividad

Remitir el signo a la indigencia de lo por ser nombrado, retrotraerlo a la asignación y designio de él.

Cosa y nombre. ¿Cosa = nombre?
La solución permite la escisión entre ambos términos. Pero más importante, permite la apertura significante y la apertura significativa; pares escindidos de lo que era invisible en la relación palabra-cosa: la propia relación.
Es ahí donde existe la teoría pero también la filosofía como meditación del ente.

La apertura significante es técnico-material desplegando o abriendo los usos al ámbito del advenir.
La apertura significativa es la base (hypokeimenon) en la cual se finca el interrogar del filósofo. Éste interrogar, como significación no es propiamente solución significante.
En el trasfondo evaluador, la filosofía como solución significativa ha de transgredir su propia pregunta y su pretensión de verdad. Su más caro y alto deseo. La Verdad.
Como solución significativa ella es asignación, designación, presagio, destino.

Referencia – reflexión remembranza
-> referir
Conferencia – confección destino.
(confesión) (conflexión de su valor)

En ello requerimos comprender ese Ferir de todo signo desde el originario pro-ferir, para comprender y di-ferir en ello al re-ferir y al con-ferir de la referencialidad y la conferencialidad en el advenir de la palabra como significado y como ser del ente.
Es decir, como destino y asignación.
(el designio)

¿Cómo del decir pasamos al pensar y de ahí a la reflexión? ¿En este tránsito no se transgrede el advenir de la palabra como casa del ser? ¿No acaso en la reflexión el pensar retorna a sí como si la cosa y no como lo sin efecto? ¿Hemos de in-ferir otro “in-greso/ e-greso” al Ser?
¿Por qué Agustín experimentó esto como Alma? Cfr. La teoría de las confesión en las Confesiones.

1 comentario:

  1. Alguien en su momento le responde a Heidegger, que el "Lenguaje es la caza del ser", tal vez por eso el hombre adviene en la palabra, somos hablados, sólo emisarios de una lengua ,porque antes de decir hemos sido dichos, pensados e incluso re/flexionados en por el lenguaje.Resuenan tus palabras en ecos de otros signos y sus acciones. GRACIAS!!!!

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