Dirás

Dirás no son tiempos para llamar amores,
cuando nadie sabe de las aves,
de los cantos y sus agüeros,
cuando nadie cultiva flores y regala los vientos,
dirás que no son tiempos de ilusiones.

[Por sueños de cristianos, barrotes postergados,
aguardábamos el fuego de un susurro vacío de su cuerpo.
Lo que se dice es lo que se juega en el oído:
de atender al corazón del oído, las paredes
son escaleras, Er! y el corazón el puente al lago
del olvido.]

Dirás quizá son tiempos de quemar estas voces,
desconocer todo lo sabido por amor,
y llamar amor a otros Dioses.