Buscar este blog

martes, 20 de abril de 2010

La vanidad de los recuerdos
que flotan hacia la aurora de tu nombre.
¿Te atreverías a pisotear lo que aun carece de ser?
¿Sobrepondrías la luna a tus recuerdos?
¿Dejarías sangrar a la poesía en el guiño de tu deseo?

Auguras un porvenir pero la palabra no es tuya o mía.
Auguras los ojos de la luna,
pero no conoces de cielos o de vacíos en los mares.
Eres pero no estás,
estás, pero un reflejo no es un cráter en la luna.

La noche no aguarda a sus estrellas para ser noche,
no era tu sonrisa lo que al oscurecer.
Así, en el cielo sin figuras,
tal vez nunca estuve vivo,
y tú nunca estuviste muerta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario